sábado, abril 09, 2005

+PERSPECTIVA/ Criticando a la crítica

A diario todos hacemos críticas, criticamos el sistema, la televisión, la radio, la familia, los amigos, los trabajos, etc., criticamos todo, pero ¿cuántos de nosotros criticamos la crítica? El siguiente artículo trata de hacerlo, aunque después de releerlo me doy cuenta que también en él critico al que critica, en fin… critiquen ustedes.

Según la Real Academia de la Lengua la palabra crítica se define como examen y juicio acerca de alguien o algo y, en particular, el que se expresa públicamente sobre un espectáculo, un libro, una obra artística, etc. También es definida como el arte de juzgar y evaluar las cosas. Podría decirse que es una de las tareas más fáciles de realizar para el hombre a nivel individual y social lo cual es algo discutible y es lo planteo a continuación.

Dentro de la naturaleza humana existe esa necesidad intrínseca de comparar el entorno con la intimidad, el deseo latente de elaborar paralelos entre la visión subjetiva y lo que se percibe como realidad exterior, pero al revelarse ésta desde la misma interioridad no dejará de ser una visión meramente parcial, por esta razón, la práctica de este ejercicio -derecho moral y social- no debe ser tomada con ligereza y una vez emprendida esta gestión se debe tratar de llegar al final de un proceso que no vaya en detrimento del individuo u objeto de la crítica ni del observador. Este proceso sería el de evaluar de manera profunda y luego de este análisis generar planteamientos y soluciones favorables para el sujeto y objeto de la crítica.

La crítica constructiva y la crítica destructiva no existen, solamente hay crítica, lo demás es una respuesta maquillada de acuerdo con la conveniencia y con las preferencias personales de quien está ejerciendo el juicio de valor.

Resulta de todo punto monstruosa la forma en que la gente va por ahí hoy en día criticándote a tus espaldas por cosas que son absolutamente y completamente ciertas.

Oscar Wilde

Aplicando este planteamiento a nuestra realidad y enmarcados en la idiosincrasia colombiana podríamos decir que se cometen muchos improperios contra la dignidad humana al simplemente lanzar juicios públicamente sin llegar al origen de las causas y sin tener en cuenta las consecuencias de nuestras aseveraciones. Por otro lado, el resultado de una crítica inescrupulosa también puede llegar a favorecer a personas o a entes que realmente no lo merecen por su actuar, intereses y principios ambiguos y desfavorables para la colectividad y la identidad nacional.

Por esta razón pienso que se debe tener claro cuándo cabe lugar a una crítica, es decir, cuándo es necesario y favorable que nuestra percepción de algo o alguien sea expuesta. En nuestro país a diario suceden hechos deplorables y existen personas y organizaciones que le hacen daño a nuestra imagen, a nuestro entorno y a nuestras conciencias, por esto es bien importante tener un sensato sentido crítico que promueva iniciativas en contra de la conceptualización general o “masificación” de conceptos errados.

Quien crea que tiene una visión más clara, un mayor conocimiento de los hechos y situaciones que nos aquejan, en vez de vapulear debería asumir el compromiso de informar e instruir a quienes no gozan de estos favores para que alimenten su conciencia y puedan adquirir un criterio “propio” capaz de discernir que si por un lado no se puede cambiar una realidad odiosa por lo menos se pueda adquirir una cognición que evite que seamos víctimas de nuestra propia ignorancia. Para terminar concluyo diciendo que la crítica no es mala, se debe criticar, pero de manera consciente y objetiva, respetando la otredad, teniendo claro el concepto de libertad y entendiendo que todos tenemos falencias y es mejor centrarse en mejorar las propias que cuestionar las ajenas.

La mejor crítica es la que no responde a la voluntad de ofensa, sino a la libertad de juicio.

Fernando Sánchez Dragó

viernes, abril 08, 2005

+CULTURA/ II Minga



¿Quiénes somos? ¿Para dónde vamos? ¿Tenemos realmente claras estas dos preguntas? No basta con saber los nombres y apellidos de nuestros bisabuelos, saber que somos colombianos, que al igual que toda América del sur fuimos “¿descubiertos?, ¿conquistados?”, saqueados, violentados, desterrados, por españoles y “liberados” por un venezolano y que actualmente estamos en una pelotera que no sabemos quién y cómo empezó ni en qué va a parar y lo más triste es que no sabemos por qué los que no queremos pelear estamos en medio, solo sabemos que nadie va a ganar.

Bien, pero a parte de estas verdades a medias y de conocer el ciclo de nacer, crecer, estudiar, reproducirse, trabajar, adquirir bienes, envejecer y morir (intercámbiese el orden de acuerdo con la experiencia propia) ¿sabemos algo más de nosotros? ¿los nacidos en Colombia o los que en sus venas llevan la sangre colombiana recordamos algo de lo que aprendimos en el colegio sobre los arhuacos, calimas, emberas, guahibos, guambianos, huitotos, motilones, muiscas, pastos, quimbayas y tenemos idea si estos pueblos indígenas habitan aún en nuestra geografía o si hay otros de los cuales nunca hemos oído hablar? ¿Cómo son la cosmovisión y cosmogonía indígenas?

Pues no solamente tenemos sangre colombiana, tenemos una herencia genética y cultural de nuestros ancestros aborígenes, quienes en principio poblaban la totalidad de nuestro territorio y que ahora se ven relegados y hacinados en recónditas latitudes colombianas.

En Colombia viven más de un millón doscientos mil indígenas pertenecientes a 92 pueblos, y habitan el 25% del territorio nacional; conviven con el 62.5% de la biodiversidad y recursos naturales del total de nuestro país. Porque ellos también son colombianos y poseen una riqueza cultural y ancestral que también nos pertenece y nos debería importar se ha creado Minga – Encuentro de Culturas y Saberes Indígenas.

En marzo de 2004 se llevó a cabo el primer encuentro Minga con la participación de los grupos étnicos y naciones indígenas Embera Chamí, Sirianos, Muiscas, Kamentsa, Inga, Shuart (Ecuador), Cree y Objiwe (Canadá) quienes mostraron su saber ancestral y su posición frente a los retos de la etno-educación y la interculturalidad en el mundo.

Del 18 al 22 de abril de 2005 se llevará a cabo el segundo encuentro Minga el cual busca generar un espacio en donde las Comunidades Indígenas traerán a Bogotá una muestra de toda su tradición y legado para continuar con las iniciativas propuestas hace un año para que pueda circular el conocimiento indígena.

En esta ocasión Minga se ha enfocado desde dos aspectos:

- Territorio y Memoria
- Interculturalidad: Encuentro e Intercambio.

El objetivo es que a través de estos temas se puedan visualizar los procesos interculturales que han surgido desde las experiencias indígenas.

Este encuentro estará dividido en tres franjas:

- Fibras y semillas: Intercambio entre artesanos indígenas de las comunidades Tikuna, Embera, Inga, Muisca, Uitoto y Kankuamo.
- Diálogos de realidades: Experiencias y propuestas de jovenes indígenas en la ciudad.
- Tramando red: Presentación e intercambio de proyectos culturales y etno-educativos.

Los protagonistas de este evento serán por Colombia las comunidades Wayuu, Paéz, Carijona, Sikuani, kankuamos, Muiscas, Ingas, Aruhacos, Uitotos, Tikuna, Embera, Guambianos y Yalcon y como invitados internacionales participarán las naciones Mayas (Guatemala) y Mapuche (Chile).

El lunes 18 de abril se inaugurará Minga con algunos eventos con invitación (si no la tiene, ni modo) y con entrada libre al público se llevarán a cabo: a las 7:00 pm “Ritual de Creación” a cargo de un indígena arhuaco en el Planetario Distrital, luego, a las 8:00 p.m. habrá una charla sobre el “Origen del Yagé” en el Centro Cultural Convenio Andrés Bello, a cargo de indígenas de la comunidad Inga. El evento terminará con un Ritual de celebración el domingo 24 de abril en la Media Torta con entrada libre al público en donde se mezclará el canto, la danza, la música con una muestra artesanal a cargo de las comunidades Maya, Guambiano, Tikuna y Wayúu.

Los invito a que se permitan -así no compartan su ideología ni se sientan identificados- un acercamiento con estas personas que no provienen de otro planeta y asistan a Minga para que se puedan enterar sobre la manera como los indígenas ven y viven su mundo espiritual y material y como mantienen sus relaciones con el agua, el aire, las estrellas, la flora y la fauna, quienes muy seguramente podrán aportar algo de este saber indígena a sus vidas.

Informes: 281 7704, 318 2460

jueves, abril 07, 2005

+CULTURA/ XVIII Feria Internacional del libro de Bogotá

Pensé, pensé y pensé –solo en tres oportunidades, aunque durante más de 15 minutos-(referencia de la referencia: creo que pensar 15 minutos en la misma cosa es muestra de que ese algo importa)- en como escribir un artículo sobre la 18ª Feria Internacional del Libro de Bogotá sin que éste dijera lo mismo que dice la página de Corferias, los diarios, las revistas y las agendas culturales (éstas últimas me gustan mucho pero ya hay varias que hacen muy bien su trabajo y por ahora no quiero hacerles competencia) y finalmente llegué a la conclusión que si es por hacerle difusión, pues aquí estoy escribiendo sobre ella una pequeña referencia (no-artículo) que sirva de envión para que cualquier interesado o inquieto inquiera más profundamente. Pienso, por lo tanto, que mejor escribiré un artículo a posteriori, cuando ya tenga mis impresiones fijas en mi no tan efectiva memoria fotográfica, pero si gracias a la vivencia y a mis apuntes sobre esta celebración a la cultura.

Por ahora les recuerdo y a los otros les cuento que se llevará a cabo desde el 20 de abril hasta el 2 de mayo de 2005 en el famosísimo recinto ferial Corferias en Bogotá. Que el país invitado de honor es China. Que el tema central de la feria es la lectura (más vale tarde que nunca). Que se estamos celebrando 400 años de la publicación del Quijote y 200 del nacimiento de Hans Christian Andersen y que este año finalmente el gobierno adquirió el compromiso de promover la lectura en las personas todas las edades por medio del Plan Nacional relectura y Dotación de Bibliotecas, liderado por el Ministerio de Cultura. Que hay que destacar programas para el fomento de la lectura como Tertulias Literarias, coordinado por Fundalectura y Libro al Viento por el IDCT. Que algunos de los escritores invitados son Fernando Savater (España), Alberto Manguel (Argentina), Mempo Giardinelli (Argentina), Juan Villoro (México), Noé Jítrik (Argentina), Hernán Lara Zavala (México), Tununa Mercado (Argentina), Fernando Cruz Kronfly (Colombia) y que algunos de ellos realizarán coloquios, mesas redondas, conversatorios y tertulias con los asistentes. Que otros invitados de honor serán el cine (en el pabellón de China se podrá adquirir el afiche del XXII Festival de Cine de Bogotá que este año lo ha diseñado el maestro Carlos Jacanamijoy), la música (habrá rock, pop y sorpresas), la caricatura y otras cosas que no me acuerdo. Y que vale la pena ir así que para que este no artículo no se extienda más, los invito a que indaguen en www.feriadellibro.com.

lunes, abril 04, 2005

+CINE/ Avalon




Año: 2001
Duración: 106 minutos
País: Japón - Polonia
Director: Mamoru Oshii
Guión: Kazunori Itô
Música: Kenji Hawai
Fotografía: Grzegorz Kedzierski
Reparto: Malgorzata Foremniak (Ash), Wladyslaw Kowalski (Maestro del Juego), Jerzy Gudejko (Murphy), Dariusz Biskupski (Bishop), Bartek Swiderski (Stunner), Katarzyna Bargielowska (Recepcionista), Zuzanna Kasz (Ghost)
Participaciones: Festival de Sitges, España, 2003: Grzegorz Kedzierski, mejor fotografía; Mamoru Oshii, nominado por la mejor película. Festival de Cannes 2001, presentación fuera de concurso.

Los creadores

Se dice por ahí que la inspiración de los Hermanos Wachowski en The Matrix no vino del cielo o de otro recóndito lugar de su imaginación, sus conciencias y percepciones sino que ésta vino de Japón, viajó desde un lugar maravilloso, complicado y sencillo a la vez, certero e interesante, luminoso de brillantez y creatividad, la prodigiosa imaginación del director de anime Mamoru Oshii a través de su altamente sofisticada cinta filosófica Ghost in the Shell.


Mamoru Oshii

En el caso de Avalon, no se podría esperar menos de una obra de arte elaborada, entre estos grandes profesionales del séptimo arte, el guionista Kazunori Ito y el libretista y director Mamoru Oshii, ambos japoneses, con 50 años el primero y 53 el segundo, quienes ya habían realizado series y películas de anime conjuntamente: Patlabor 1, Patlabor 2, la grandiosa Ghost In the Shell y la serie de televisión Urusei Yatsura. Trabajando conjuntamente a lo largo de toda la película cuestionan la obsesión por la tecnología lo cual representan con el escapismo del juego de video y su potencial deshumanizador y alienador.

Oshii, quien por primera vez realiza una co-producción con un país europeo y con actores diferentes a los animados, que tiene la versatilidad, agudeza visual y libertad artística de un niño genio, después de terminar la película permaneció tres meses en un cuarto oscuro trabajando en su computador diferentes ideas par terminar el trabajo de post-producción, esto nos da una pequeña idea de lo perfeccionista y dedicado que es este soñador visionario renovador de la cinematografía, considerado un genio por Stanley Kubrick, admirado y respetado por muchos cineastas y cinéfilos de oriente y occidente.

La historia



La historia se desarrolla en el futuro cercano, en un país en ruinas en donde los peligrosos juegos virtuales ilegales pululan. Avalon es uno de esos juegos en los cuales los jóvenes se abandonan a si mismos y algunos de ellos ganan su sustento gracias a él.

Los jugadores se someten a constantes bombardeos oficiados por helicópteros y tanques, se incorporan a esta realidad virtual con el tesón de verdaderos soldados. Pero el juego tiene sus peligros, puede causar muerte cerebral a los jugadores, estas victimas son llamadas "unreturned" (los que no regresaron).

Ash, también conocida como "la noble soldado" es uno de estos jóvenes guerreros que están cautivos y dedican su existencia al juego. Ella lleva una solitaria y rutinaria vida con su perro en un pequeño y lúgubre apartamento.

En su búsqueda por las nueve hermanas la "puerta" para llegar a la "clase real" del legendario juego, Ash comienza una interesante travesía avanzando profundamente en el juego y en el misterio de Avalon.

La creación

Mamuro Oshii trabajó la idea de Avalon durante10 años, en los 80’s dedicó bastante tiempo a practicar juegos de realidad virtual, no porque fuera un fanático a ellos (él no tiene interés alguno en los juegos) sino porque tomó como propósito entender un poco más a fondo sobre el fascinante universo de los juegos de realidad virtual para poder comprender su propia percepción de la realidad.

Siguiendo la metodología de un buen director de anime, Oshii tenía preparado con meticulosa antelación un detallado storyboard porque como en todas sus realizaciones sólo él tiene completamente clara la idea que desea transmitir y la forma en que quiere llegar con ella al espectador y también previendo que podrían surgir problemas de comunicación con el equipo de actores y técnicos polacos por las diferencias lingüísticas y culturales.

Con un excelente trabajo de grupo junto con Kazunori Ito (guinista) y Hiroyuki Hayashi (director de arte) se logró una total claridad y cohesión entre la idea visual y el tema de la película. Una película producida como una animación.

La filmación

Mamuro Oshii plasmó en la película las imágenes de los 70’s que veían a su mente sobre las guerra civiles de Hungría y Checoslovaquia, tal vez porque en esa época él era un joven estudiante y se impresionó mucho por su violencia implícita. La filmación de exteriores se llevó a cabo durante dos meses en Polonia por su idea de que la cinta se desarrollara en un ambiente barroco; la recreación de un futuro cercano fue un excelente trabajo desarrollado conjuntamente con el director de fotografía polaco Grzegorgz Kedzierski.

Los efectos especiales



Imágenes en donde los participantes del juego se quiebran y desfragmentan, estallidos fuertes que irrumpen en otras escenas de sonido, el viento que desprende halos de luz y todos los demás efectos aplicados a la película se deben a la utilización de las últimas técnicas de tecnología digital. Este fue un trabajo artístico y técnico que tomó de más de cinco meses del tiempo del talentoso grupo de artistas y técnicos quienes aplicaron la última tecnología en tratamiento de imágenes digitales. Como el maestro de la ilusión que Oshii es, no dejó mucho de las tomas originales ya que escaneó y modificó individualmente cada una de las imágenes.

El director de arte Hiroyuki Hayashi entendió la visión del mundo que Oshii deseaba plasmar, de esta manera suprimió el color y definió las sombras existentes en el personaje principal; suprimió colores como el verde el cual imparte el sentido de vitalidad. Todo este tratamiento le da a la película un estilo visual único, fascinante y disturbador a la vez.

La banda sonora

Kenji Kawai (director musical xxx) superó el reto de capturar el sentimiento del componente del este europeo requerido para la atmósfera de la película y majestuosamente compuso una excelente pieza de música "clásica" que fue ejecutada por la Orquesta Filarmónica Nacional de Varsovia, y la soprano Elzbieta Towarnicka.



Siguiendo los pasos de Mamuro Oshii al modificar las tomas originales, Kenji Kawai también transformó la grabación original de la orquesta. Una vez la orquesta terminó él transfirió toda la grabación a un archivo digital. Todas las partes de la música fueron cortadas y organizadas en loops para darles una regularidad sistemática. Eliminó los tiempos humanos utilizados en la ejecución orquestal y los convirtió en una secuencia matemática. El resultado fue una sorprendente banda sonora nunca utilizada en una película de ciencia ficción.

Mi reseña

Probablemente esta cinta no sea de la fruición de todos los espectadores, de pronto por que los motivos de los personajes no quedan claramente expuestos, porque el final es atípico, porque no se le da respuesta a los planteamientos ya que más que contar una historia Oshii pretendía esbozar la realidad generando cuestionamientos interesantes haciendo que ésta no fuera una película de acción sino un drama con aspectos cerebrales, filosóficos y físicos.

Avalon, una cinta que fue presentada fuera de concurso en el festival de Cannes de 2001, tiene un guión ingenioso e intrincado que impacta al espectador con varios planteamientos filosóficos como aquel que el nivel más peligroso del juego es el que se asemeja más a nuestra realidad.

El diseño del mundo virtual, la perfecta armonía entre el tema y la imagen visual son grandiosos aciertos que debemos agradecer a éste ingenioso director, de la misma manera es plausible el hecho que el guionista Kazunori Ito haya decidido cerrar la película con un recital en el que intervienen una orquesta filarmónica y una soprano interpretando la hermosa pieza “Avalon” compuesta y trabajada digitalmente por Kenji Kawai.



La acción se desarrolla en un mundo en guerra con una visión post-industrial capturada con un evocativo color sepia, es un mundo agresivo pero plasmado en una atmósfera suave, con un sentimiento onírico en donde se acentúan de algunas tonalidades en los colores de acuerdo con la necesidad de ciertas escenas. Comienza con una escena que utiliza una técnica de estiramiento del tiempo, un efecto digital que presenta la escena a manera de un sueño, de tal forma que el espectador entienda que está entrando en un mundo especial, uno que no existe en ningún lugar, en el universo del juego.

Ash, la protagonista es uno de los mejores jugadores, ella participa de manera solitaria, actualmente se encuentra en el nivel 11 del juego, con 94 misiones completas, 32 perdidas y 17 reseteadas y aspira llegar a la “Clase A Especial” la cual es el nivel más alto del juego, su entrada a este nivel y lo que allí encuentra (muchas más preguntas) contiene gran parte del mensaje metafórico de Oshii.

Ash (traducido del inglés como ceniza –esto ya nos dice bastante-) es el apodo que la jugadora asume en el juego, no se sabe su verdadero nombre y parece ser que ni ella misma lo sabe, todo en ella es lúgubre, vive en un mundo en donde el significado tiende a desvanecerse, las estatuas no tienen caras, los libros tienen las páginas en blanco, las personas lucen exánimes, todo esto obedece a la realidad que ella asume como su vida, ya que no tiene referencias concretas tales como una familia, un entorno afectivo o un ambiente social o laboral. Cuando Ash entra al juego ella hace un trato y acepta las reglas, ahí está el concepto, en este sentido la necesidad de libros o caras en las estatuas desaparece. Ésta parece ser la manera que emplea el director para mostrarnos la carencia de sentido y significado que existe en nuestra sociedad, ya que el conocimiento y la información se pierden cuando el “jugador” se enfoca únicamente en "el juego" (la vida) y en las acciones repetitivas que se tienen que ejecutar para jugarlo.

"Nuestra identidad debería permitirnos crear y decidir por nosotros mismos lo que percibimos como realidad
Mamoru Oshii"

El aporte

Creo que la película deja abiertos muchos interrogantes, en mi caso, al terminarse la proyección vinieron a mi mente estas preguntas: ¿Hasta dónde deseamos llegar? ¿Realmente lo que vemos y obtenemos al cumplir nuestro objetivo es lo que deseábamos en un principio? ¿Es nuestra realidad lo que deseamos que ésta sea o es el reflejo de los parámetros impuestos por quienes diseñan nuestro entorno? ¿Lo que percibimos como realidad nos puede traicionar por estar supeditados a los clichés de quienes imponen las reglas?

Sería muy provechoso tener la valentía necesaria para formar nuestro carácter e identidad para que con armas tan fuertes como estas podamos construir nuestra propia realidad sin tener que estar luchando en dos frentes: uno, la lucha por construir un camino único y exclusivo, el propio, el de las metas, sueños e ideales, el de la evolución del ser, en donde el peor enemigo somos nosotros mismos, y otro: la batalla con la realidad extrínseca la de los otros pero conmigo dentro, la que pretende engañarnos, contagiarnos y vendernos lo que no necesitamos, la que está presente en nuestro día a día, en la que debemos participar para obtener los medios básicos para continuar nuestro verdadero camino con menor dificultad.

sábado, abril 02, 2005

+CINE/ La sombra del caminante




Sinopsis

Es ahora y están en Bogotá – Colombia. Mañé un hombre entrado en los cincuenta, de extracción campesina, humilde, desempleado y con pocas opciones de conseguir trabajo debido a su condición de “incapacitado” (le falta una pierna y utiliza prótesis) por lo cual es víctima de burlas y abusos, vive en un inquilinato en la Candelaria (centro) y un día, ejerciendo la actividad de moda “el rebusque”, conoce al “caminante” un hombre de pocas palabras con particular indumentaria y oficio. Este par de personajes se hacen favores mutuos y se convierten en algo así como amigos por conveniencia. Parece que no tuvieran nada en común, pero cuando Mañé le cuenta su historia al caminante éste descubre que tienen un doloroso vínculo a razón de la violencia y el conflicto armado del que ha sido escenario por más de 40 décadas nuestro país.

La historia se desarrolla en el inquilinato, en las calles del centro y en los cerros orientales de Bogotá. La cinta se presenta en blanco y negro y fue filmada en video digital. El guión también fue escrito por Ciro Guerra. La producción la realizó Jaime Osorio. Los papeles protagónicos fueron interpretados por César Badillo (Mañé) e Ignacio Prieto (el caminante).

El director



Para quienes frecuentan las salas de cine del centro y no lo tienen presente, imagino que al ver la foto reconocerán el rostro de uno de los visitantes más asiduos del Triángulo de las Bermudas del Cine en Bogotá (Mambo - Cinemateca Distrital - Sala Fundadores)

Ciro Guerra, hoy de 24 años, tenía 19 cuando comenzó a filmar la Sombra del Caminante; este cinéfilo de cineclub y cineasta de “la Nacho” rodó la película con un apretado presupuesto de ocho millones de pesos, lo que trajo como consecuencia un ritmo de trabajo muy intenso y pesado y bastantes anécdotas que corroboraban su visión del país que quería contar. El director comentó:

“Yo creo que si uno quiere llegar a un punto emocional tiene que partir de donde está parado; y la idea era llegar a lo universal pero a partir de nuestra situación, de la forma en que yo y la gente que he conocido vivimos el país. No me interesaba una película que pretendiera no ser colombiana. Quería ver a dónde podía llegar partiendo de lo colombiano y me parece que no puedo voltear la cabeza”

Reseña



Es plausible el hecho que un director tan joven (en cuanto al referente nacional) con una trayectoria de apenas cinco cortometrajes y con escasos recursos haya dado a la pantalla gigante un producto que ha sido reseñado favorablemente por la crítica internacional y haya logrado obtener galardones como Premio Cine en Construcción del Festival de Cine de San Sebastián, Premio Coral al Mejor Cartel Cinematográfico del Festival de La Habana, Premio del Público “Intramuros” en el Festival de Cine de Toulouse, Mención Especial de la Federación de Escuelas de Imagen y Sonido de Iberoamérica FEISAL en el Festival de Cine de Mar del Plata y finalmente el Premio Especial del Jurado en el Concurso de Cine Colombiano del Festival de Cine de Cartagena.

El éxito de esta cinta también debe atribuirse a la producción de Jaime Osorio y al arduo y costoso trabajo de edición y posproducción que tuvo un proceso riguroso y efectivo (de 2 horas con 50 minutos se llegó a 1 hora y 20). Sin embargo, ese carácter documentalista y subjetivo hace que la película tenga un efecto impactante y contradictorio. Si bien es cierto que la narración visual y estética del centro de Bogotá no tiene nada de ficción no es necesario ser tan explícito al mostrar, en un producto que podría viajar por todo el mundo, la imagen del país tercermundista, ubicado en un recóndito rincón del globo, en el que el centro de su capital tiene como escenario un circo, esa misma imagen, real si, pero plana y me atrevo a decir superficial de nuestra idiosincrasia.

El país, ni siquiera Bogotá, es solamente el aglutinante sector de la carrera séptima con todo lo que este concurrido sector y su vida de barrio muestran en la película y que indudablemente se percibirá en el exterior. Ya tenemos suficiente con la imagen desvirtuada que muestran las películas norteamericanas sobre la Colombia exuberante y tropical en donde salen del aeropuerto chivas cargadas de bultos, gallinas y con pasajeros con aspecto de indígenas mexicanos, peruanos o ecuatorianos. No digo que se tenga que mentir, solo que se podría mostrar nuestra realidad de una manera menos sectorizada que va a redundar en un referente global para el espectador que no conoce la ciudad y ni se diga de quien no conoce el país. Además, esta “realidad” se muestra de manera ambigua al incorporarle una reforzada ficción como lo es el negocio del caminante. Me parece valioso e importante el hecho de criticar la indolencia e indiferencia del dolor ajeno, ¿pero, por qué mostrarle al mundo de la misma manera la verdad de la algarabía en las calles de nuestras ciudades, la pobreza y el rebusque que la falacia de un negocio tan absurdo y poco productivo que puede ser cargar personas en una silla amarrada a la espalda?

La música: piano, leve, sutil, pero carente de emoción, casi pasa desapercibida, la música no te guía en el recorrido, no es un valor agregado, simplemente te acompaña en algunos momentos.

El guión: Hay algunos clichés y frases pobres.

Actuación: Inés Prieto actúa bien, Cesar Badillo se esfuerza por hacerlo bien e Ignacio Prieto se esfuerza también pero con menos éxito.

Ciro quería ver reflejada a Colombia en su ópera prima, concienciar a los espectadores sobre nuestra realidad y fue muy claro al mostrar la ausencia de respeto por el débil y noble, la negligencia del estado en cuanto a los derechos humanos, el abandono de nuestra ciudad, la impunidad de los actores de la guerra, la falta de conciencia de los jóvenes y los viejos, la amarga vida de la calle. Ciro quería mostrar el país al desnudo, pero mezcló realidad y ficción, hizo una película algo surrealista, le imprimió la visión documentalista, se la ve en los encuadres, en los ambientes recreados con la opaca fotografía. Imprimió su estilo en una película poco convencional que para nada es una obra maestra, pero es un atisbo de que puede lograr cintas con gran contenido y un desarrollo visual y dialéctico más universal.

Me gustó ir al cine y sentarme a ver una película que salió de la mente y del esfuerzo de un cineasta quien demostró que los jóvenes colombianos no son pusilánimes y que su incipiente carrera debutó dando pasos grandes y firmes, obviamente me hubiera gustado más que fuera una gran obra maestra, de ahí mi crítica, porque se que al cine colombiano le falta mucho en dedicación, recursos técnicos, económicos y apoyo más que en calidad de recursos humanos y ganas de hacer excelentes producciones nacionales.